lunes, 24 de noviembre de 2008

ALMAS OSCURAS: ALEJANDRA PIZARNIK


Alejandra Pizarnik fue la segunda hija de un matrimonio de emigrantes judíos centroeuropeos. Estudió bachillerato en Avellaneda, una ciudad del Gran Buenos Aires. En 1954 ingresó a la Facultad de Filosofía, luego se cambió a Letras, e hizo una breve incursión en la de Periodismo. No finalizó ninguna de ellas y en una tentativa por encontrar su verdadera vocación, asistió al taller de pintura de Juan Batlle Planas.

Entre
1960 y 1964 vivió en París, donde maduró como poeta y escribió el poemario "Arbol de Diana" (con prólogo de Octavio Paz). Asimismo estableció amistad con André Pieyre de Mandiargues, Octavio Paz, Julio Cortázar y Rosa Chacel. Estando en París trabajó un año para la revista Cuadernos para la liberación de la cultura como correctora de pruebas y colaboró con numerosas revistas de poesía y literatura americanas y europeas, como también con traducciones, entre otras, de Ives Bonnefoy y de Marguerite Duras.

Cuando regresó a Buenos Aires, publicó sus libros más importantes, "Los trabajos y las noches","Extracción de la piedra de locura" y "El infierno musical". En
1968 obtuvo la beca Guggenheim y viajó brevemente a Nueva York y París. Por causa de sus continuas depresiones y tentativas de suicidio (en 1970 y 1972), pasó semirrecluída sus últimos años. A mediados de 1972 estuvo internada cinco meses en el hospital siquiatrico Pirovano (Buenos Aires) y en un permiso para pasar el fin de semana en su casa, se quitó la vida con una sobredosis de seconal sódico. Tenía treinta y seis años de edad.


A LA ESPERA DE LA OSCURIDAD

Ese instante que no se olvida

Tan vacío devuelto por las sombras

Tan vacío rechazado por los relojes

Ese pobre instante adoptado por mi ternura


Desnudo desnudo de sangre de alas

Sin ojos para recordar angustias de antaño


Sin labios para recoger el zumo de las violencias

perdidas en el canto de los helados campanarios.

Ampáralo niña ciega de alma

Ponle tus cabellos escarchados por el fuego

Abrázalo pequeña estatua de terror.

Señálale el mundo convulsionado a tus pies

A tus pies donde mueren las golondrinas

Tiritantes de pavor frente al futuro

Dile que los suspiros del mar

Humedecen las únicas palabras

Por las que vale vivir.

Pero ese instante sudoroso de nada

Acurrucado en la cueva del destino

Sin manos para decir nunca

Sin manos para regalar mariposas

A los niños muertos.


AMANTES


una flor

no lejos de la noche

mi cuerpo mudo

se abrea la delicada urgencia del rocío.



ANILLOS DE CENIZA


A Cristina Campo



Son mis voces cantando

para que no canten ellos,

los amordazados grismente en el alba,

los vestidos de pájaro desolado en la lluvia.



Hay, en la espera,un rumor a lila rompiéndose.

Y hay, cuando viene el día,

una partición de sol en pequeños soles negros.



Y cuando es de noche, siempre,

una tribu de palabras mutiladas

busca asilo en mi garganta

para que no canten ellos,


los funestos, los dueños del silencio.



CANTORA NOCTURNA



Joe, macht die Musik von damals nacht...

La que murió de su vestido azul está cantando.

Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.



Adentro de su canción hay un vestido azul, hay

un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado

con los ecos de los latidos de su corazón

muerto.


Expuesta a todas las perdiciones, ella

canta junto a una niña extraviada que es ella:

su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la

niebla verde en los labios y del frío gris en los

ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre

la sed y la mano que busca el vaso.

Ella canta.



CENIZAS

La noche se astilló de estrellas

mirándome alucinada

el aire arroja odio

embellecido su rostrocon música.

Pronto nos iremos

Arcano sueñoante

pasado de mi sonrisa

el mundo está demacrado

y hay candado pero no llavesy hay pavor pero no lágrimas.

¿Qué haré conmigo?

Porque a Ti te debo lo que soy

Pero no tengo mañana

Porque a Ti te...

La noche sufre.

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