Nació en París en 1808. La muerte de su madre, Marie Antoniette Marguerite Laurent, cuando aún era un niño marcó no sólo su vida sino también su obra. En 1833 se enamoró de la actriz y cantante Jenny Colon, a quien le dedicó un culto idólatra. La muerte prematura de ésta en 1842, con 34 años, le dejó gravemente trastornado.
Fue figura de la bohemia parisina donde se convirtió en una persona extravagante, como partido en dos, escindido de sí mismo: la realidad y el otro lado. Todo esto se refleja en la continua tensión de contrarios que manifiesta su obra.
Gérard de Nerval fue durante toda su vida un espíritu atormentado que en los últimos años de su vida, los más fecundos, sufrió graves trastornos nerviosos, como trastorno bipolar, sonambulismo y esquizofrenia, lo que le llevó a temporadas en varios hospitales psiquiátricos, en donde, lejos de curarse, aumentaba su locura leyendo libros de ocultismo, cábala y magia, pero también escribiendo relatos. En una de las situaciones que provocaban sus internamientos fue el de verlo pasear a una langosta con una cinta azul. Estos sucesos unidos a sus problemas económicos, le llevaron a suicidarse ahorcándose de una farola en París, en 1855. Este trágico evento inspiró una litografía de Gustave Doré, quizás la mejor de su obra. Esta enterrado en el famoso cementerio parisino de Père Lachize.
A ratos vivo alegre igual que un lirón
este poeta loco, amador e indolente,
y otras veces sombrío cual Clitandro doliente...
cierto día una mano llamó a su habitación.
¡Era la muerte! Entonces él suspiró:"Señora,
dejadme urdir las rimas de mi último soneto".
Después cerró los ojos -acaso un poco inquieto
ante el frío enigma -para aguardar su hora...
Dicen que fue holgazán, errátil e ilusorio,
que dejaba secar la tinta en su escritorio
Lo quiso saber todo y al final nada ha sabido.
Y una noche de invierno, cansado de la vida,
dejó escapar el alma de la carne podrida
y se fue preguntando: ¿Para qué habré venido?
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